¿Qué es la
salud?
Según la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del
año 1946, la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y
social, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades.
Posteriormente, diversos autores revieron esa
definición, por entenderla como muy acotada, y redefinieron la salud, incluyendo
la importancia del medio en la que vive la persona.
En 1985 se planteó una nueva definición, en la
que se plantea que la salud es la capacidad de desarrollar el propio
potencial personal y responder de forma positiva a los retos del
ambiente.
Una definición más abarcativa planteada por
Lluís Silleras Sanmartí dice que la slaud es el logro del más alto nivel de
bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento que permitan
los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad.
En el entendido de que el ser humano es una
unidad bio-psico-social en permanente interacción con el ambiente, el concepto
de salud humana también debe tener en cuenta esos aspectos:
Salud
física:
Es el normal
funcionamiento del organismo; en un individuo sano, las células, tejidos,
órganos y sistemas que lo integran se mantienen funcionando armónicamente, en
un equilibrio dinámico -en homeostasis-. Existen numerosos parámetros o
valores de normalidad, según la edad.
Salud
mental:
Es la capacidad de
enfrentar y resolver los problemas de la vida cotidiana; implica el bienestar
intelectual y la autoaceptación, que permite la relación con las demás
personas.
Salud social:
Está determinada
por el lugar que ocupa el individuo en la sociedad, y se vincula estrechamente
con el respeto por los derechos humanos. La salud social lleva implícita la
habilidad de interactuar con los demás.
¿De qué depende el estado de salud?
Son múltiples los factores que determinan la salud, tanto a
nivel individual como colectivo. Según el Informe Lalonde (elaborado en Canadá,
en 1974, y lleva el nombre del Ministro de Salud Marc Lalonde), los
determinantes de la salud se pueden clasificar en cuatro
categorías:
El estilo de vida: implica la asunción de
conductas personales saludables, es decir, que dependen de la voluntad
de la propia persona y la tomas de decisiones. Son conductas saludables mantener
una alimentación balanceada adaptada a las necesidades de cada uno, la práctica
de ejercicio físico, una correcta higiene personal, entre otras.
La biología humana: la carga genética
individual de cada persona puede favorecer la salud o predisponer a determinadas
enfermedades; la edad también influye en la salud, debido al proceso
natural de envejecimiento.
El ambiente: son factores externos al
individuo, que no dependen de su voluntad, pero que influyen directa o
indirectamente en su salud. Por ejemplo, la contaminación del suelo, el aire o
el agua influyen negativamente en la salud.
Organización del cuidado de salud: los
servicios de asistencia médica y cuidado de la salud parecerían no
influir en la salud de las personas; sin embargo, el acceso y la calidad de
dichos servicios, sí que determina la salud de una población. Suele haber una
estrecha relación entre la salud de una población y los recursos económicos que
se vuelcan en el sistema de salud.